sábado, 13 de septiembre de 2008

La rama de la higuera -Cuento de María Luz Piriz


A Kosteki y Santillán




Nunca pensé que un tiro sonaría así. No fue una explosión como las bombas de estruendo ni los lanzagases.
Tiros escuché, pero de lejos, en año nuevo.
— ¿Ves? Eso no fue un cuete, eso es un tiro — decía el abuelo — Los borrachos empiezan con los cuetes y terminan a los balazos.
Pero de lejos, lejanos, lejana...
"Lejana tierra mía" escuchaba la abuela por la radio y lloraba. En español lloraba.
El abuelo era anarquista — decía mamá
Pero nunca tuvo un arma — decía la abuela
Él no decía nada, pero por algo lo echaron del ferrocarril cuando la huelga, y se tuvo que refugiar en San Antonio.
El tiro sonó como una rama que se parte, como la rama seca de la higuera en el patio de Turdera.
Higuera rima con Turdera.
Hambre rima con sangre.
Qué ironía, policía rima con utopía. Y te mata.
Una vez me caí de la higuera y se me rompió un brazo. Dolió mucho
El tiro sonó como la rama seca de la higuera pero ni me duele ni me deja de doler, no siento nada.
Ahora parece que me empujan, me sacuden, las bocas de la gente se abren y se cierran pero no escucho nada.
El abuelo estuvo días sin hablarme, estaba enojado porque le rompí la higuera.
Disparan de nuevo, con los focos de un patrullero me disparan y yo sé que tengo los ojos abiertos pero no veo nada.
Ya está oscuro y el cangrejal de noche me da miedo.
Tengo frío, mucho frío. Eso que abajo mío hay un charco rojo, tibio.
Mejor me voy con el abuelo a la marea, a despedir al sol, con los cangrejos.


Del Libro: "Saltando la soga" editado en agosto de 2008



No hay comentarios: